En este artículo, el Profesor Fondevila hace una reflexión sobre el aumento de la polarización y de la violencia política, sosteniendo que si esta ha podido ser justificada a lo largo de la Historia para combatir a tiranos en regímenes teocráticos, absolutos o autoritarios, resulta fuera de lugar en una democracia donde la oposición puede alcanzar el poder por medios pacíficos. De ello colige la necesidad de reconocer, con un estatuto propio, la función e importancia de esta como elemento esencial de una democracia.